Una buena noticia no solo hay que lograrla, hay que saber contarla.

Publicar una buena noticia también es una responsabilidad

Vivimos tiempos complejos en la gestión sanitaria. Tiempos en los que cada avance cuesta, cada logro es un pequeño oasis en medio de un sistema con múltiples frentes abiertos, saturado de necesidades y exigencias.

Y, sin embargo, de vez en cuando… se consigue algo bueno. Un avance. Una mejora. Una victoria, por pequeña que sea.

📣 Pero entonces surge un dilema: ¿cómo comunicarlo sin que se vuelva en tu contra?

Porque si lo haces desde la grandilocuencia, desde el “todo va bien”, la reacción será inmediata: te lo echarán abajo. Y no por maldad, sino porque hay demasiadas heridas abiertas, demasiadas personas cansadas, demasiadas cosas por resolver.

Por eso, una buena noticia mal comunicada puede ser contraproducente. Publicarla sin contexto, sin humildad, sin reconocer todo lo que aún falta por hacer, puede generar rechazo incluso entre quienes deberían celebrarla.

👉 Saber comunicar una buena noticia es tan importante como la buena noticia en sí.

Porque hacerlo bien no solo genera esperanza, también construye confianza.

Y la confianza, en este momento, es uno de los activos más escasos en nuestro sistema sanitario.

Pasos, no saltos. Humildad, no euforia. Avances reales, no titulares huecos.

Así se gana terreno en tiempos difíciles. Así se comunica desde la responsabilidad.

👉Nos seguimos viendo en www.mimetodoapollo.com y en mi instagram @mimetodoapollo

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